jueves, 31 de julio de 2008

La carrera

No bien había llegado cuando, una vez más, descubrió que la meta era un nuevo espejismo... Vio el premio que le esperaba, tan inalcanzable y a la vez tan cercano como las otras veces, y una vez más echó a correr.
Notó como, desde "abajo", los otros le miraban con admiración, indiferencia, o también -acaso estas eran las miradas más sinceras- con lástima...
"No entienden", se dijo. "Mientras ellos me miran, yo conseguiré el éxito". Y en cada esfuerzo, en cada paso sin descansar, con cada vistazo al resto de gente que reía, lloraba y vivía su momento, él se concentraba en la imagen de la meta, del éxito final, para poder seguir.
Cada vez se acercaba más, y aunque seguía corriendo incansablemente, ya no sabía que estaba buscando. No recordaba cual había sido la primera meta, el primer éxito o el primer fracaso. Recordaba haber tenido otros sueños, otra idea de lo que le esperaría al final de la carrera, y de cómo sería su vida una vez llegase al final.
De repente sintió que las fuerzas le fallaban. Se tambaleó y cayó de la noria. Ahora estaba abajo, con todos los demás. Otro había subido al carrusel sin fin y echado a correr como antes lo hiciera Él.
Recordaba haber sido un hombre, y ahora se sentía como un ratón en su jaula... ¿o quizá era un ratón en su jaula, y por un momento había creído ser hombre?... De repente sonó un ruido terrible que le hizo levantarse bruscamente. Estaba sudando y lo primero que hizo fue comprobar su cuerpo, mirarse y convencerse de que de verdad era un hombre "otra vez".
Miró el reloj y vio que eran las 7 de la mañana, hora de ir a la oficina, e imaginó el día que le esperaba. Pensó en la noria, en su jefe, en los otros ratones y en el premio final. Después de todo, no era tan fácil distinguir la realidad de la pesadilla de la que acababa de despertar.
Ese día fue a la oficina por última vez. A los 65 años dicen que no vales, y él supo ese mismo día que había tirado gran parte de su vida persiguiendo el momento en que se lo dijesen también a él.

lunes, 21 de julio de 2008

Mi primera vez...

Buenas noches...

Nada que decir acerca de esto todavía. Sólo la satisfacción de la vieja necesidad, demasiado postergada, de hacer honor a mi profesión y entrar en el mundo del blog de una buena vez... ya era hora :-)

Nos vamos viendo.

Alberto